¿Qué ocurre en el cuerpo cuando se combinan el CBD y el alcohol?
Tanto el alcohol como el CBD influyen en el sistema nervioso central, pero lo hacen de maneras diferentes. El alcohol es un depresor del sistema nervioso, lo que significa que ralentiza las funciones cerebrales y motoras, generando sensaciones de relajación o desinhibición. En exceso, puede provocar pérdida de coordinación, somnolencia o dificultades cognitivas.
Por otro lado, el CBD actúa de forma moduladora, ayudando al organismo a mantener el equilibrio (homeostasis) a través del sistema endocannabinoide. Este sistema regula funciones como el estrés, la ansiedad o el sueño. En dosis adecuadas, el CBD puede tener un efecto relajante sin alterar la conciencia, lo que lo diferencia de otros compuestos del cannabis.
Cuando ambos se consumen juntos, los efectos pueden potenciarse o equilibrarse, dependiendo del contexto. En algunas personas, la mezcla puede intensificar la sensación de somnolencia o relajación, mientras que en otras podría suavizar ciertos efectos del alcohol, como la ansiedad o la irritabilidad. Sin embargo, también existe la posibilidad de que el CBD ralentice el metabolismo del alcohol en el hígado, prolongando su presencia en el cuerpo. Por ello, aunque no se considera una combinación peligrosa en dosis moderadas, la prudencia y la observación personal son esenciales.
