En una sociedad que no para de correr, los niveles elevados de cortisol —conocido como la hormona del estrés— se han convertido en un problema común que afecta tanto a la salud mental como al equilibrio físico. Mientras buscamos soluciones naturales para rebajar el ritmo y recuperar el bienestar, el CBD puede ser un aliado clave para regular esta hormona de forma eficaz, sin efectos secundarios ni dependencia. En este artículo, te explicamos qué hace el cortisol, cómo afecta al cuerpo y por qué el CBD puede ser una herramienta poderosa para equilibrarlo. Y recuerda que si quieres comprar CBD online, en NaturWest encontrarás las mejores genéticas.
¿Qué es el cortisol y por qué puede ser perjudicial en exceso?
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales. Su función principal es ayudar al cuerpo a responder al estrés, ya sea físico o emocional. En situaciones puntuales, es beneficioso, ya que aumenta la energía disponible y mejora la capacidad de reacción. El problema aparece cuando sus niveles se mantienen elevados durante largos periodos. En dosis adecuadas, el cortisol regula el metabolismo, controla la inflamación, y ayuda a mantener estable la presión arterial. También juega un papel importante en el ciclo sueño-vigilia y en la respuesta inmunitaria. Sin embargo, esta hormona está diseñada para activarse temporalmente… no para estar presente de forma crónica.
Efectos del exceso de cortisol en la salud
- Ansiedad y cambios de humor: El cortisol crónicamente elevado altera el equilibrio químico del cerebro, generando un estado de alerta constante que dificulta la relajación.
- Problemas de sueño e insomnio: Niveles altos de cortisol durante la noche impiden conciliar el sueño y alteran la calidad del descanso profundo.
- Fatiga crónica: Aunque inicialmente aumenta la energía, con el tiempo agota el organismo, generando cansancio persistente y bajones de energía.
- Aumento de grasa abdominal: El exceso de cortisol favorece la acumulación de grasa, especialmente en la zona central del cuerpo, lo que también incrementa el riesgo cardiovascular.
- Alteraciones digestivas: Puede causar inflamación intestinal, acidez o cambios en el apetito debido a la interacción con el sistema digestivo.
Factores que elevan los niveles de cortisol
- Estrés crónico y sobreexigencia: Vivir en un estado de alerta permanente, con jornadas extensas o preocupaciones constantes, es el principal disparador de esta hormona.
- Falta de sueño y mala alimentación: Dormir poco o mal, junto a dietas desequilibradas, aumenta la producción de cortisol e impide su correcta regulación.
- Consumo excesivo de cafeína, alcohol o estimulantes: Estas sustancias activan el sistema nervioso y estimulan la producción de cortisol, especialmente si se consumen en exceso.
- Entrenamiento físico intenso sin recuperación adecuada: El ejercicio es saludable, pero sin descanso suficiente, el cuerpo lo percibe como un estrés adicional, elevando el cortisol en lugar de reducirlo.
